sábado, 25 de agosto de 2012

SOBRE EL MUNDILLO "PSI"

(Esto sólo es un punto de partida) Las pastillas para las "enfermedades mentales" pueden ser excitantes, relajantes o alucinógenas, básicamente. Un "enfermo mental" NO tiene derecho a estar excitado (tampoco está bien vista la "euforia") o relajado (que a veces podemos confundir con la "tristeza-depresión" -no digamos ya alucinando- como para que se diga de él que "está raro" sin ningún otro criterio científico que el "cómo le ven los demás". Los "demás" suelen ser borrachos ocasionales o de fin de semana o bien se han pasado a la "sin alcohol" -¡allá ellos!-. Los demás son capaces de contribuir a que te envenenen poco a poco con la medicación mientras te prohiben tajantemente fumar hachís/marihuana o tomar más de un café al día. Y será justo, no tendrás derecho a quejarte de que se "preocupen por ti" puesto que tienes que cuidarte: tienes que estar pendiente de otras drogas, las que te preescribe el médico, quien suele seguir los dictamentes de estos "otros enfermos", podríamos decir, de ignorancia y/o hipocresía, educados en la servidumbre a la autoridad o bien al recurso más fácil que es confiar en dicha autoridad y no en los deseos y necesidades de quien tienes más cerca: tu prójimo, que no es en este caso quien te explota o te hace la vida imposible: sino tu hijo/a, en la mayoría de los casos...

(Siguiendo) El psiquiatra es muy consciente que sin instituciones psiquiátricas que amparen y ¿justifiquen? su trabajo no tiene sentido tal, aunque no le preocupe en exceso, puesto que sus pacientes son "sumisos a  la fuerza" o despreocupados, o tristemente ignorantes... ¡y con los años se vuelven hipócritas y dicen que padecen una enfermedad para recibir una mísera pensión! Pero qué le vamos a hacer: no vivimos en el socialismo, y si una persona dice haber sufrido y no estar capacitada para trabajar... ¿no puede vivir del Estado? Y al mismo tiempo, ¿qué lugar puede ocupar todo este "mundillo psi" en la transformación/superación del capitalismo hacia el socialismo sino somos coherentes desde ya? ¡Ah, bueno! Yo pensaba que muchos de nosotros no han trabajado en su vida, yo pensaba que muchos de nosotros nunca se han rebelado contra el dolor -es ironía, quiero aclararlo-. Pero también es verdad que muchos de nosotros no pueden o no QUIEREN hacerse cargo de sus vidas, por muy chapucero o injusto que sea todo este "mundillo psi" que parece creado a conciencia para que todos nosotros podamos decir: "A VECES ES PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD", y nos quedemos tan panchos esperando que llueva del cielo un cambio en el mundo para nosotros. Bueno, vamos a modernizarnos un poco... ¿no valdría mejor decir: A VECES EL REMEDIO ES LA ENFERMEDAD? Me refiero a la medicación y a la psiquiatría, con la esperanza de que muchos psiquiatras no se sientan aludidos porque estén realmente contentos con su trabajo: con su labor social.

El psiquiatra -aunque quizás no se debiera generalizar tanto- también es consciente que sin empresas farmacéuticas -con un ánimo de lucro vergonzoso- no tendría sentido su trabajo. Pero se equivoca: podría ejercer una labor de prevención en patologías, siempre y cuando no tuviera miedo a readaptarse o a renunciar a todo este sistema corrupto que no cura -sino que enferma aún más- o relega una curación a un futuro muy remoto si es que directamente no te ha recluido/secuestrado ¡legalmente! para que puedas reintegrarte (que no READAPTARTE) a una sociedad que no admite conductas que se salgan de la "norma"... ¡o rebeldía hacia sus problemas estructurales! (también coyunturales)

Las verdaderas patologías y trastornos mentales se incuban en el seno de la familia y/o en la escuela y continúan en el centro de trabajo. Tanto si tu diagnóstico es correcto como si no (pongamos que se puede diagnosticar a alguien de "persona sana") la psiquiatría clásica del bademecum, la psiquiatría que puso el "sanbenito" de esquizofrénico a Wilhelm Reich, por poner un ejemplo "de mundo al revés"; no aliviará ni atajará mucho menos el problema: si pasas un periodo muy grave de "confusión", de "miedos" y/o de "frustraciones" te medicarán. Tu confusión será mayor o te cambiará la visión del mundo: habrás pasado de ser un chico sano a alguien enfermo. Tus miedos quizás se borren o cambien o bien continúen sumados: ¿quién de nosotros no ha tenido miedo a que las pastillas sean un veneno mortal y/o lo a relacionado con miedos anteriores? En todo caso los miedos remiten con la sensación de seguridad que es un privilegio en nuestras sociedades capitalistas. La confusión se habrá tornado en "fe religiosa", o nihilismo o bien continuará ¡casi! igual a la inicial de forma más inconsciente. La confusión sólo se solucionará efectivamente con las explicaciones, aclaraciones de un buen terapeuta y/o de aquellos que vivieron contigo el periodo crítico que te hizo enfermar. En cuanto a  las frustraciones hay varios caminos: resignarse para el resto de la vida, que suele ser la opción de la psiquiatría (hablamos de deseos loables y no megalomanías), resarcirse de algún modo desviando el objeto de deseo a otro que sea parecido o lo supla, bien aceptando por uno mismo, soberanamente que "el tiempo de desear tal(es) cosa(s) ya pasó".

¿Por qué, entonces, se preguntará mucha gente, nos dicen que una esquizofrenia o una bipolaridad es crónica? Si tenemos en cuenta que algunos nos dejamos la medicación y mentimos al psiquiatra y este no nota nada "raro" ni ningún síntoma. Y si tenemos en cuenta que han tenido lugar muchos brotes/crisis con una dosis de medicación regulada... ¿no será más bien el modo de vida lo que CONDICIONA la salud de  las personas? Si además sabemos que, para analizar tal condicionamiento tenemos que recurrir a conceptos como "medio de vida", "modo de producción", "estructuras sociales", "estructuras caracteriales", etc.; osease, que es un problema social, y que ningún psicólogo va a arreglar nada si en la práctica nos considera, estemos enfermos o no, como unos eremitas, y que si bien su función no es buscar responsables SÍ DEBE escuchar a aquellos que saben que hay unas causas para todo esto, las reconozca o no. Es su labor: escuchar y quizás buscar -entre todos- la forma de hacernos verdaderamente responsables de nuestra salud, proporcionando caminos transitables. De nada sirve obcercarnos en la validez de unas estructuras familiares, educativas y estatales (sean de administración o como aparatos ideológicos y represivos) que nos hablan en un lenguaje enrarecido: a veces compasivo, otras veces culpabilizando, otras disciplinando autoritariamente y otras simplemente no cumpliendo su función aculturativa: de regazo, cariño, compañía, afecto y crítica constructiva... ¿ven entonces cómo lo que realmente se cronifica no es una verdadera o ficticia patología sino esas estructuras y condicionamientos de que hablamos, que impiden y van a seguir impidiendo que haya Salud Mental para todos más allá de meras proclamas o intentos muy loables que no tocan "lo social". Tarde o temprano los profesionales psi van a tener que tomar partido en la lucha de clases, en la lucha de los oprimidos y decidirse por un bando... ¡y tendrán que estar informados!: "esa" lucha de clases de que hablamos puede ser cada vez más sangrienta y los métodos de unos y otros serán cada vez más violentos a menos que la balanza no caiga de nuevo del lado del trabajador. Esto es: por la toma del poder de obreros tanto del campo como de las fábricas, etc., o bien una derrota nuestra que nos llevará a un nuevo periodo de repliegue y resistencia, lo cual no es nada deseable, pero aún cuando ocurriera, más de uno volvería a levantar la bandera de la dignidad.

Sé que la digresión es evidente. Pero uno puede aprovechar para exclamar qué locura de mundo... ojalá de nuevo se considere la bella locura lo reinante, lo primordial... ¡son cosas que se le ocurre a uno!

¿Qué relación directa o indirecta tiene o tendrá esto para el "mundo psi"? Desde los profesionales hasta los usuarios que sufren los recortes, el paro, las pagas atrasadas, la falta de servicios gratuitos y eficientes, menos ayuda para pensiones... ¡todo esto debe llevarnos a ser más solidarios entre nosotros! A establecer prioridades pero no mentirnos. A profundizar en las causas de nuestros problemas tanto personales/familiares como sociales.

Pero sé cauteloso, no te hagas el héroe: la mayoría de nosotros, los que padecemos este sistema de dominación de una minoría a una mayoría (entre los cuales hay muchos que reclamamos el "derecho a la diferencia"), que en ocasiones nos hemos sentido "algo solos" incluso entre esa mayoría... no vamos a poder cambiar el mundo con un chasquido. Sin embargo podemos organizarnos haciendo valer cada vez más la verdad de los problemas que vivimos... ¿quienes en este caso? LOS PSIQUIATRIZADOS. Este es un asunto colectivo en el que, cada vez más, debemos definirnos como lo que nos une, ya que estar diagnosticado NO implica estar enfermo. ¡Y ser ciudadano no implica ser trabajador! En la práctica no todos tenemos los mismos derechos: nuestra realidad es la explotación y el secuestro...

(Para finalizar) Cuando cada persona medicada pueda percibir honesta y honradamente si necesita o no "esa" medicación. Cuando cada "psiquiatrizado" (con comillas o sin ellas) pueda decidir por sí mismo y con conciencia a partir de su estado real -sobre todo si depende o no de alguien- si quiere ingresar o no a uno de esos sitios. Cuando su verdadera capacidad e incapacidad para trabajar y hacerse cargo de uno mismo sea reconocida. Cuando, ESENCIALMENTE, esto haya sido logrado el panorama será muy otro.

ORGANICÉMONOS Y LUCHEMOS POR NUESTROS DERECHOS

SOMOS TRABAJADORES O EN TODO CASO PERSONAS OPRIMIDAS...,  ¡PSIQUIATRIZADOS!, QUEREMOS UN FUTURO PARA NOSOTROS


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