lunes, 30 de enero de 2012

PEQUEÑOS ADIOSES NOCTURNOS y COMPULSIÓN contra IMPULSO

PEQUEÑOS ADIOSES NOCTURNOS


I

…palabras que escancié
algo así como una escultura humana
de piel y sentimientos humanos
-por un momento-
para que se vuelquen las aguas
y los vinos del conocimiento
de una voluntad con un yo
cuerpo consciente de terminar
un círculo de paciencia
¡son tan sólo palabras!
Búscame lo insólito, cuerpo amigo.
Haz de mí lluvia otoñal
sobre las fuentes de los renacuajos
o haz de mi pantano –como quieras-
búscame lo falso también que pueda terminar
con esa perra condena de coherencia
de vuelta a las exigencias…
sí, ya lo percibo de nuevo
esto se parece cada vez más
a una temporada…

por lo tanto, búscame el poeta
que cruza la adolescencia
sin esas estrecheces de la cultura
búscame cualquier día
cuando no haya tiempo
cuando haya caído en olvido



COMPULSIÓN contra IMPULSO

¡Un suspiro es una protesta!
(prende fuego tu instinto)
Si el amor no gobierna,
se llora tarde, ¿de qué valen
las promesas en los días soleados?
¿el hachís fumado en la tormenta?
Soy un gusano que no aprende inglés
y se sabe las canciones de los Beatles
de memoria.
Yo no suspiro por España.
Sí por los españoles
(qué le vamos a hacer si uno es apátrida).
Sí por los padres, por la autoridad ilegítima
que se aleja de los ideales
(soy un anarquista en tierra de nadie).
Deja ya de repetir la palabra amor
la palabra odio
ve a frotarte el corazón
allí donde todavía se rapéa.
Te está esperando un alivio
en forma de suspiro triunfante.
¿No oyes esa música, negga?
Está hecha por un blanco
que se disfrazó de gitano
para cantar al Cristo de su puntual amor.
Asco de obsesión
las mías y las vuestras.
…y toda esa verborragia
sobre lo que está bien y mal
por algunos que nunca han roto las “Tablas de la Ley”

Así que casi disfruto suspirando
riendo orgásmicamente: después:
donde aprieta el mono de tabaco
y nostalgia de donde crece la Juana.
Prende fuego a tu racionalidad
si de lo que se trata es de maquinizarse
¡YO NO JUEGO EN “CASA”!
Vamos a crecer ya, niños
que es hora de escribir un cuento
y no tanto dormir
¡Vamos, vamos! ¡Vaaamos!


miércoles, 4 de enero de 2012

POEMAS DEL OBRERO ZADNICKER


1ª Parte

Soy Zadnicker, traigo un ramo de flores
a todas las trabajadoras

Soy Zadnicker, lloro ante mi epitafio
en un rosario de amor a mi rubio amor

¡Soy Zadnicker! y lloro ante la marcha de los niños
oigo sus gritos de solidaridad abertzales, internacionalistas

Soy Zadnicker, he plantado cara al capataz
en las fábricas “soviéticas” y en las nazis

Soy Zadnicker, me he reído con Alexandra
recordando cuán grande era Lenin
de cómo forjamos el hierro y el acero…
soy Zadnicker y juré no llorar en la muerte de Alberti
sí, soy Zadnicker, obrero intelectual que, como Passollini
lleva flores chorreando, y se mezcla entre el lumpen

Soy un rompecorazones.
he conocido prostitutas…
no pude hablar con Brech de esto y aquello
cuando me quise dar cuenta, las escuelas estaban divididas

Yo soy el grito, soy la sonrisa y la broma amarga
Yo que quise ser normal en un tiempo de desmanes
asesinatos y heroísmos

Yo que canté canciones sajonas delante de las SS
infiltrándome entre las Juventudes Hitlerianas
que perdí a mi madre “que terminó”
que no supe hasta hace bien poco quien era mi padre:
un lapón resuelto y admirable

Que sufrió durante un breve tiempo con Mandelstam
que dijo “Ave, Maikovski, los que van a morir te saludan”
con una admiración y sarcasmo terribles

Yo: marcha de los niños y eterno poeta baldío –baldado-
que discutía con Maslow sobre mi “realización visual”
si algo no fui nunca fue un voyeur…

Ay dolor de mi abandono: Chile.
Vi volar, demasiado tarde, violetas bajo el Pacífico

Sí, ostias, soy Zadnicker, eterno amigo de Wilhelm

Que admiró en la lejanía las Islas Trobiand
eterno admirador de Gauguin
que quiso viajar hasta allí para demostrar
que un simple número en la población
no podía ser una excusa para no luchar por el comunismo

Que besó a Pasionaria, que levantó el puño con Durruti

Sí, de verdad que soy Zadnicker, eterno huérfano
mis hijos están diseminados por todo el mundo

Llegué tarde a la invasión de Palestina
no pude siquiera pisar el Sáhara
Líbano me sorprendió por su dura conciencia

Que tuve que amoldar mi mente al cuerpo que me tocó
que acabé madurando con “Casas Viejas”
yo que nací extremeño, fantasiosamente uruguayo
que no recuerdo el Octubre Asturiano salvo por los libros…
¿dónde estaba yo entonces?
Creo que con mi madre en algún lugar de Barcelona
siempre viajando intentando captar trabajadores para el PCE

De verdad: soy Zadnicker ciego viajante, revolucionario
que no me importa salir y asomarme a la multitud, aunque tengo pánico
he gritado nosesabe, he elogiado todo lo que he podido
y me he refugiado en otros nombres

Que vio con horror las tácticas de unos y otros
al interior del Partido Bolchevique
que se enamoró de Alexandra con locura

Soy Zadnicker: alguien que chocó
una y otra vez con los asiáticos
que tuvo que ganarse su confianza
con una humildad que ya había olvidado

Soy Zadnicker, desde mi poca visión
llevaba el armamento a la guerrilla de Fidel.
Ernesto “Che” Guevara se reía conmigo y Camilo de mí.
Ay, Fidel, quizás endurecimos demasiado nuestro corazón
y olvidamos un tanto la parte tierna.

Pero por eso, porque soy Zadnicker, llevo un ramo de flores:
aquí mi epitafio y un cadáver que no quiero ver
una multitud que no quiero ver llorando
“porque me han perdido"

 No: no se verá tal cosa, porque soy Zadnicker
“rostro bello” –o eso me dijeron-
obrero anónimo, que luchó como uno más
junto a las masas de trabajadores.


2ª Parte

No reneguéis de Bertol Brech: a mí su poesía sí me sirvió.
Conozco cientos de personas, a los que les sirvió.
Y les sirve y se preguntan: ¿es esto poesía?
Y yo les digo ¿no notas el relámpago?
¿la audacia?, ¿el amor a los que son como nosotros?
Y los veía leer en los descansos.
Qué palo volver otra vez a “la España profunda”
esa España que Machado describió…
como mucho un periódico y se acabó
y parecía comprensible porque el trabajo
cansaba y no ilusionaba nada
qué lástima y que pena más grande, de verdad.

Solía escupirle –o imaginar que lo hacía-
al gendarme del terrateniente, allí por Almendralejo
cuando la postura de nuestro partido a cerca de la República
no estaba nada clara, yo era muy pequeño
todavía nadie me llamaba Zadnicker…

Casi se puede decir que nací ateo
y lo poco que me llegué a creer
de todas esas historias era algo parecido a lo áperion.
La verdad es que mi madre era gitana, pero muy culta.
Por lo menos para provenir del campo.
No son muy fiables los documentos del PCE a partir de 1942, con la muerte de José Díaz.
La Guerra Civil, además de destrozar muchas vidas,
cortar casi de cuajo la posibilidad de una “gran cultura”
-a mí no me da miedo emplear estos términos-
Impidió totalmente que surgiera una generación totalmente audaz
y algo así como la “figura española” de un Lenin.
Dicen que Largo Caballero…

Mi experiencia revolucionaria no parte principalmente de España,
muy a mi pesar…
mirándolo con la perspectiva de los años, fueron un par de años gloriosos que se truncaron enseguida,
sentía una culpa y un remordimiento terribles por no haber hecho nada más
¿es excusa que yo tuviera 10 años, quizás un poco más –nunca he estado seguro de mi edad real-? Estaba igualmente explotado y vivía entre gente humilde
mi único privilegio era viajar, pero como decía: siempre era con mi madre
y tenía que tragarme tostones de algunos camaradas que eran descomunales...
Yo iba madurando mis posiciones políticas poco a poco.
Eran épocas de mucho llanto. De aguantárselo y llorar a escondidas.
Era tan exagerado que hasta llorar de amor se hacía a escondidas.

Recuerdo que la primera vez que entreví la bandera republicana
me llamó la atención la combinación de los colores…
¡yo era así! Lo poco que conseguía ver trataba de disfrutarlo y formarme un gusto
supongo que en esto soy muy especial… o lo era

Hubo un momento, con la muerte de José Díaz en que llegué a pensar
que los únicos coherentes que quedaban en el partido eran mi madre y Pasionaria.
Esto hizo que me sintiera muy identificado con las mujeres, con las mujeres luchadoras
las amaba hasta el extremo. Y las amaba carnalmente…
por suerte, conocí también a Líster. Es cierto lo que dicen de él:
era un gran estratega.

Llegó un momento en que mi madre quiso darme puerta.
Puso una cuenta en Suiza y me dijo: recurre a ella y viaja, sigue por el camino que vas
que vas muy bien, etc. etc. y cosas por el estilo.
Igual que con Alberti, no me calló una sola lagrimita.
Le pregunté: ¿y cuándo nos vamos a ver?
Si nos vemos bien y si no qué le vamos hacer, ¿necesitas algo más de mí?
Esa cuenta en Suiza, ¿de qué se trata?
Etc. etc.

Pues sí, yo soy Zadnicker, que he estado allí donde el ser humano ha despuntado, que he estado, al menos en sueños, espiando, tomando nota para luego poder compartir la información con los camaradas del mundo.

Me he perdido y me ha costado reencontrar el camino.
Me he asustado y he reprimido las ganas de echar a correr
Bueno, soy Zadnicker el obrero cabezón con el que todos se ríen
porque dice: “no voy a contar batallitas”




3ª Parte

Ha pasado mucho tiempo.
No sin molestias
pero también cierto placer morboso
he tenido que acostumbrarme
a los nuevos tiempos…
¡tenéis que oír mi historia!
¿necesitáis que os dé un motivo?
Baste decir que soy Zadnicker,
el payaso que ríe de pena y de gozo
que busca de nuevo la gloria
al tiempo que merodea en lo oscuro del hombre
en un amor que crece
sin solución de victoria

¡Maldita sea! (ssssh), ¡soy Zadnicker!
de pies fuertes, de ancha frente,
rasgos duros y dulces a la vez.
Me veréis tras el fuego
donde despunta la madrugada
en cualquier bar de esquina
apuntando ideas falsas y dudosas

Cuando mis camaradas me requieran
allí estaré yo
y, cuando de nuevo,
tenga que sostenerme con el bastón
no dejaré por ello de fumarme un canuto
y seguiré con mi paso
un tanto vergonzoso pero disciplinado
pateando las ciudades
en busca de compañía femenina

No me gusta repetir las cosas
a menos que me comporten goce
así que nunca venceré mi narcisismo.
No hay de qué preocuparse:
soy narcisistamente generoso:
lo doy todo por un tapón de vino.
Interpreto mi papel
tanto cuando se burlan
como cuando me elogian.

Pero me gusta hacer el nota
sin esperar a coger la borrachera…

Y bien, si no soy Zadnicker, ¿quién si no?
Ya lo he dicho:
me escondo en otros nombres;
las circunstancias también me han obligado.

“siempre has estado un poco loco”
me decía Alexandra,
me decía mi madre
me decía Pasionaria
mientras lloraba en sus rodillas
avergonzado
por algo que he olvidado totalmente.
Así soy: irresponsable
exagerado, también en la alegría
desordenado y sin manías
que habla solo con sus recuerdos
con sus muertos y sus hijos
comilón –debe ser por las épocas de penuria
y por todo lo que me andaba-
siempre loco
confuso con las palabras de algunos camaradas
adicto a la CNT…
para mí “la razón” era la razón del momento

Soy un coreano cabreado,
voy “soltando la granada"
allá por donde voy
escribo: me tranquilizo
“o eso piensas” me dicen
estoy enfurecido con el siglo XX,
ni siquiera la marcha de los niños funcionó
“eso menos que cualquier cosa” dicen.
Estoy por esperanzarme con este siglo
que ya ha comenzado…
“Hace rato” conocí un amor que no esperaba…

Aquí me tienes aquí me dejas de tener
con mi vasito de agua
podrido (yo)
encarcelado en un bloc de notas.




4ª Parte

No hago sino malgastar folios
buscando un verso que tal vez no exista.
Quien hallara tal cosa
no dude en comunicarse conmigo.
Pago bien.
No lo prostituiré demasiado.
Tampoco lo adornaré.
Pues que en esto de vestir y desvestir versos
tiendo a desvestir
contendré mis ansias
histerizándome un poco.
Si esos o estos pobres versos
son despedidos por el público
no dudaré en cubrirme de revistas literarias
para no pasar frío este invierno.
Buscaré poemas cálidos y aun calientes.
Pues también en la pobreza se agradece
que te arrimen con amor.
Buscaré poemas de esperanza
y de épocas altivas y plenas,
por si toca marchar por esas calles principales
de las que habláis
lanzando los gritos propicios para el cambio.
Yo permaneceré junto a ti como este poema
y cambiaré junto a ti como en este verso
que ya no está frío, pero tampoco excita el corazón.
Escribiré para ello, de nuevo
malgastando palabras, sobre servilletas,
palabras cuyo objetivo quizás nunca se logre.
Pero estarán allí de todas formas.
Porque yo soy Zadnicker
el obrero pobre que traza con pluma
su propia leyenda.

Ahora, discúlpenme, voy a salir a fumarme un cigarro.




5ª Parte

Hola gente
                compañeros
                                   amigos
                                             camaradas
probablemente ustedes
busquen ejemplos, héroes
o, simplemente, que les diviertan
que les entretengan.
Siento decepcionarles:
no sirvo para nada de eso.
Ya me lo dijo Chinaski:
“chaval, cuida tu puesto
en la fábrica, sea rusa
checa o de yanquilandia”
“no te eches a la bebida…
pocos resisten…”
No sé porqué le hice caso,
pero hice bien:
me bebía un par de cervezas el sábado
y alguna que otra en ocasiones especiales:
a algunos no les sentaba bien:
ni la bebida
ni el hecho de que yo no les acompañara
en su borrachera.
Sabía que con una cerveza
podía desenvolverme mejor
con las mujeres.
Con la segunda la gozaba.
Pero la tercera era la perdición.
Siempre he sido muy sensible
con todas estas cosas,
pero cuando hace frío y no tienes estufa…
hace falta sentarse a pensar en todo esto
desde la sobriedad.
No sacarás nada en claro
del tema de la bebida estando borracho…
tiene que ser algo circunstancial…
¡son mis moralejas!
Y para aquellos que no tienen qué beber
ni qué fumar
¿por qué no se emborrachan
con la luz de Tarner
o las visiones de Rimbaud?
Pillar un buen ciego está muy bien
¡pero estarías muy ciego
si no ves que no se puede repetir día a día!...
le restaría interés,
sería algo rutinario.
Por eso hay que variar con lo que tomas
y tener ojo con lo que mezclas.
Los padres, de siempre,
han iniciado a sus hijos tempranamente
en la bebida, pero, por el contrario
también han sido lo suficientemente
mojigatos como para esconder
todo ese mundo que no se debe ocultar a un joven

Que cada cual se mire sus moralejas…
¡no hay dos hígados iguales!
¡no hay dos pulmones iguales!
Etc., etc.
Llevad cuidado, lo dice Zadnicker
que profundizó en si mismo
y observó lo suficiente…




6ª Parte

(siempre “y viceversa”)
los marxistas pensaban que los bakunistas…
los bolcheviques que los mencheviques
los espartaquistas-luxemburguistas que los reformistas
los leninistas que los heterodoxos
los estalinistas que los trotskistas
los hoxhistas que los titistas
los maoístas que los jhrusovistas
los revolucionarios que la socialdemocracia

Zadnicker se pregunta:
los socialistas, comunistas y libertarios
¿necesitan un enemigo interno?
¿no les basta con el enemigo de clase?
¿cuál es el motivo de todas esas divisiones
del Movimiento Obrero (y Popular)?

Zadnicker no acusa,
no echa culpas ni hace responsables,
pero subraya:
a cada división se hace más patente
una falta de claridad mental y de visión
que hace posible el confluir
no de las fuerzas progresistas,
sino del sectarismo, el dogmatismo
y el afán de protagonismo
de quienes dicen preservar la pureza
de los maestros,
dando pie a todas las estratagemas oportunistas
yrevisionistas que llegan hasta lo más obsceno y visceral
y que tiene su respuesta en lo político:
la contrarrevolución:
en la Unión Soviética y los países del este
en Yugoslavia
en Albania
en China -en proceso-
(países que en algún momento habían
consolidado SU modelo socialista)

…quizás es eso:
hacemos demasiado caso a los libros
que dejaron esos maestros,
mientras nos dejamos guiar
por aquellos que se dicen sus seguidores
y que a su vez son nuestros más directos maestros…
¿no tiene el Movimiento Obrero (y Popular)
ya suficientes referentes?
Quizás todavía hacen falta más,
pero líderes que podamos cuestionar
sin necesidad de ser agresivos:
maestros que den la cara

Zadnicker se pregunta,
cuando le acecha “la cuestión de la autoridad”
¿a qué o a quiénes hemos de seguir?
Conviene saber lo siguiente:

1º La Historia es caprichosa:
por un lado azarosa y por otra causal
(Se trata de “hacerla causal”)

2º La Revolución sólo es posible
cuando los trabajadores
se han emancipado ideológicamente
y en cierta medida piensan por sí mismos

3º El Movimiento Obrero (y Popular)
“lo es todo” sólo cuando camina firme y unido
hacia el socialismo (y el comunismo)

4º Analizar la coyuntura es especialmente
importante para protegernos
de oportunismos y, por otro lado,
aprovechar las oportunidades
de avanzar en la lucha de clases

Un líder, por muy importante que sea
no puede decidir por sí solo.

El Partido de la clase trabajadora
es una herramienta que se debe fortalecer
con las ideas revolucionarias de todo signo.
El Partido Comunista debe ser la concreción
más avanzada de “esa herramienta” y,
junto a los sindicatos asamblearios de clase,
dirigir al pueblo hacia la victoria.

Una nación socialista no tiene derecho
a enfrentarse a otra nación socialista e,
incluso, debe cuidar las relaciones con otros países
en pos de la paz en un frente común antiimperialista,
objetivo este que se debe sustentar
en el internacionalismo proletario

8º En periodo de guerra abierta
El Ejército del Pueblo, la guerrilla, etc.
es el mando superior o Estado Mayor
de la Revolución y administra justicia
de acuerdo a esas condiciones de guerra


Así es Zadnicker
no cree en padres
pues quiere que todos seamos familia
no cree en maestros
pues quiere que las escuelas se unan
no cree en clérigos
pues cada uno debe construir su altar
y escribir su epitafio
no cree en mandamases
pues no le gusta lamer botas
¡ni con el pensamiento!

Así es Zadnicker:
un pájaro herido
que escapa y vuelve a la manada.

Así es Zadnicker:
claro como el agua
transparente como el cristal de un escaparate




7ª Parte

Cómo no aborrecer a todos esos políticos
que juran y perjuran acabar con el paro.
He vivido tiempo en países donde lo común
eran los despidos, y los nuevos gobiernos
no contrataban a los compañeros
que quedaban en la calle.

Hacían que me sintiera un paria borrego
y de la peor calaña. Amigos míos suicidados
y otros alistados en cualquier ejército
como carne de cañón.
Yo todavía me conservaba un tanto joven
pero empezaba a perder el vigor
cuando apareció el Ché en el horizonte
“en la perspectiva de la Revolución” –como se decía
¡Qué soplo de aire fresco!
¡qué estatura y qué humildad!
¡qué inteligencia y qué arrojo!
Mi patria fuiste tú, Ernesto,
mi patria fue todos los que creísteis
en ese soplo de aire fresco.
Cómo no alabar, en ese momento
a todos esos revolucionarios entregados,
profesionales o no,
que no prometían,
sino promulgaban leyes
que un pueblo de dignidad
difícilmente parangonable
ponía a funcionar.
Un pueblo decidido a hacer Historia.

Me hizo olvidar por un tiempo tanta muerte…
y mi propio despido.

Fue entonces cuando…




8ª Parte

…cuando la vida me busque para decirme adiós
(de nuevo)…
me encontará escribiendo con mi mano temblorosa
y mis pies todavía fuertes,
entrelazados
sentado sobre una silla de madera
con la manía de que hace frío,
de que hay mucho frío todavía