mi vida está vacía, muchacha
lléname esta copa de vino
y celebremos que todavía
habrá tiempo para la liberación
bebo y miro tu fondo y condición
de mujer y me siento vivo y vacío
sin deseo que no sea flotar
en tu ebrio universo de hedonía
bebamos juntos delirios de Picasso
miro en tu fondo el vino que puse
y secuestro tu sabor a árbol y filosofía
bebemos juntos y me muestras
la vaciedad de toda copa que
escalada, es un nuevo continente
para trazar caminos a tu boca
en la boca de la botella: insinuaciones
sigo mirando en tu fondo
como si allí estuvieras tú
mientras a mi lado han cesado
las insinuaciones y todo vuelve
a ser más real, sin palabras: sólo grabitar.
en la otra boca de la botella
fresas te esperan rasuradas
a tu lado: quien escribe
versos desgastados
y malgastados de borrachera
qué vacía debe estar nuestra bodega
de las citas filosóficas y qué vacíos
ya los dos, disputándonos
unas gotitas del sesenta y nueve
buena cosecha si somos capaces
de levantarnos mañana
para levantar otra copa
y árboles serán nuestros músculos
aves nuestros ojos
e inhumanas nuestras palabras
¡bebamos juntos mañana!
Nadie nos espera y esta brisa de mar
no podemos desperdiciarla
gotas caen de lluvia fresca
en nuestras bocas ciegas de vino
en nuestras bocas sordas
suenan ecos de revolución
pero nosotros estamos tendidos
en la playa, resacosos,
y tan sólo miramos caer
pálidas y seniles gotas
me arrepiento de beberte
cada porito como si éste
fuera todo tú
perdóname el arrepentimiento
alguna vez, cuando no esté bebido
en la nada del porvenir
¿brindar? ¿qué tal si brindamos
porque haya un futuro en que brindar?
árboles de savia escupes
a cada trago, bueno o malo
que pasas junto a mí:
cosecha añeja
en que protesta el sobrio
volumen que hay en tus gordas
palabras, flaca.
escupes con lentitud
versos que soy incapaz de repetir
y te muerdes el labio
cuando carcajea el océano
propio de mis delirios
déjame decantar este vino o conversación
a la frontera de tus pechos que mascullan
conspiraciones contra los ríos
fresados de nuestros sudores
decanta esta melodía o himno
herido de alcoholes
borracho de repúblicas
en que manejas Nuevos Barcos
de luz salpicada
te vi bajar mareada de mí
como lunas sin billetes ni mercancía
sólo tú bajando de cataratas
carmesíes terriblemente llenas de ti
te vi con la balanza de mi vida
zozobrada, atrapados en lo azul:
se me ocurrió que todo esto
no era tan gris como vivir una crisis
sin momento para la Revolución
resacosa estás de mí
no me extraña, pues me dejas hablar
yo que padezco de la sensatez
y la voluntad no vuelta en palabras
(tú, en-vuelta en vino, bebes
del gesto que imploro en los hombres)
y si no hallo palabra para decir: soy
y según tú, algo más que un borracho
perdido entre mar y tierra
nostálgico y alegre poeta
que te agradece todo el chorreo
en la sal de vidas como las nuestras:
como ventanas que iluminan los salones
así que chorrea, chorrea
a la espera de la mejor lluvia
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