PAYASO

Payaso que retuerces tu oficio
dentro del circo pendular de la vida
-expectáculo de la explotación del sexo-.

Hurgas tu nariz como pinocho
sabiéndote especial vas de aquí para allá
ofreciendo lágrimas falsas.

Tus paraisos cuelgan de un billete del servicio.

Empobrecido capataz que bromeas
con cosas que desentiendes.

Tu compromiso radica en agarrar
una buena moña mientras que el niño
que te idolatra o quien te vio con los ojos
más dulzones, pegado a la caja tonta
sigue con esposas de porcelana
tu delirio de risas y chistes.

En el imaginario más esclavo.

¿No hay lírica para ti? ¡qué has hecho!
¿es que eres un gran incomprendido?
¿es que no tienes orgullo? -preguntan los humildes.
Los más exigentes te llaman a la cordura.

Que sean colorados tus mofletes
cuando otra guerra te sorprenda entre los tuyos.

Este circo va a cerrar ya. No es una metáfora.

(dieron la última consigna: "muerte al orgasmo")

Pudiste medirte con rifles de juguete
con pimienta de tragedia
pudiste vestirte con una camisa de fuerza
para enseñorearte de tu fuerza y de tu salud
pudiste guiñar a miles de ojos

evitar rabietas frente a las fieras de lo humano
pudiste hacer girones esos pantalones
tuyos tan celestiales, y al torcer la vista
hacia la cuerda flotante tener piedad
de un futuro caminante ¡y no de un muerto!

¿Qué edad tienes? ¿Es tarde para que tu sombrero
siga saludando como hacía Chaplin?
¿Para que tus bombines sean la comida
de estos tiempos turbulentos?
¿y tu barriga, está saciada ya de una carcajada
que jamás imaginaste?