MAGNITUD E INTRASCENDENCIA
Me irritan esas sombras que pasan
como humanos
y celebran su caída
con pescado todos los días
cómo no cae el árbol cuando
les roba luz y
quieren llevar otra bandera
distinta a sus vidas
qué herida tan sólo les rozó
y dejó allí una excusa para
madre
por qué
sin desesperación ni alegría
callan cuando andan cerca mismas luces
que inflaman
otros pechos en la noche -se abren como rosas-
y no saludan
a la luna AHORA, partir
como cuando "pequeños" queríamos
trepar esas palabras que tiramos
al río,
osea: piedras.
pero si no brillaban no eran
como voz de amigo
entonces no vale con sentir
un mundo que te da la vuelta
y no tiene número
y lo insignificante -que tampoco tiene número-
¿Y qué vale?
Despertar...
porque tengo venas para todas
esas sombras con espinas
que caen de su propio sueño
donde ningún color se sostiene
y tan sólo pensar es un acto de destrucción
en que la mímica desaparece
(Tierra: me abrazas y aúpas, bastardamente
y yo viajo a tu fría distancia donde todo empieza...)
y vuelve a cubrirse tu cabeza de niños
Pruebo tu espanto sujeto a las horas de redada
ha salido a molestar un silbido un estupor
como de mitin político en que se pudren
las cabecitas de los nenes.
Bebo de nuevo como en tu miedo
esa miel sucia de huelgas generales
que no acontecen en mi no-país
donde silbido eres tú: bala
y no público en las marchas luminosas
de los trajes del tembleque
dientes-veneno corchos-Detroit.
Como en la película paranoica
en que me sumerjo sin-querer-queriendo
para desviar el poema a tu territorio ajeno
es así: permanezco en el camino
en el libro en el sendero
de la luz más oscura que naciera
de un dios de bromas-risa
y que se silencie a los presentadores
pisen la calle de la injusticia
y sepan entonces del que muere
en la esquina esperando un billete.
¿Entonces? Sólo mirar cómo enriquecido
con titanio de témpera (una ilusión)
para el párpado del mundo
se pregunte una niña sobre cicatrices
que supuran que supuran que supuran...
la dulzura tus labios
la dulzura del diablo
de tu dulzura
que recibo con mal aliento
de escriturador
mientras te secuestro pensamientos
con que ves mi casita
dulzura loca
la cruz también de vuestro amor
trotando en niños
aprenden
cigarrillos de pensión/pasión
(cada una de mis neuronitas
contiene algo de ti,
aunque NO LO sepas...
quizás me falta la nieve
el triunfo definitivo de la re-volución...)
el salto in-mortal
hacia A-de-laaante
me falta sin ti sobretodo
la palabra que me chive
algún cornudo de mis/tus
centauros...
cuando brillen sus cuernos
en la soledad de su perdida/encontrada
pasión
sonreiré con más dulzura
dulzura de nuevo yo imploro
rezo aúllo merezco imploro
¡CONVOCO! la tranquila lágrima
¿ya pasó El Mediodía y Zaratustra dejó su silencio impreso en la conciencia de los hombres? Un cigarrito, un café/ qué más se puede pedir/ quizás que no sepa a humo/ o que no esté frío/ que bajen el precio/ o te suban el salario/ que haya más descansos/ o que no se vaya TAN a destajo
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