miércoles, 27 de marzo de 2013

CARAMELOS Y BOSQUES

¿Por qué tomarse tan en serio
un verso o un poema?

Porque es tuyo,
no admitas el descrédito
de lo que quisiste grande,
lo que estuvo en tu boca
como un canto
               caramelo
               beso
un cigarro con el que esperas
la siguiente idea que te saque
de tu abandono.

Y también porque cuando todo
se te somete a "pecado"
                       "inutilidad"
                       "desvarío"
vale más desperdiciar palabras
que te secuestre el olvido.

"Yo no entiendo,
no tengo gusto para esas cosas"
dice la modestia
¡y!
la pereza....


(en tu sexo me busco
la tiniebla y el olvido)


Me preguntas:
¿no puedes escribir un sencillo poema y ya?
¡ni siquiera hace falta que sea de amor!
¡o que esté dirigido a mí!

Y sí que puedo
pero no quiero
insultar a nuestra inteligencia
y premonición de caramelo
¿en tu boca entonces?...


(en tu sexo me busco
la bronca y el olvido)


...esté o no esté yo
allí con éste o aquel verso
para que tú lo aplaudas
sólo porque me quieres
o no sabes o no puedes 
 ser crítica conmigo...

...pero el caramelo todavía está en mi boca
aguardando tu lejanía quisquillosa:
pretendo que me alegres el oído
allí donde viví pendiente del sabor.

No puedo ser inocente:
aunque buscara lo desconocido
con temblor de piernas
o en mi demencia soberbia
aún pretendiendo que lo que hay delante de mis ojos
es tan simple como una suma extensa
de árboles
y la vida que hay en ellos:
                                           un bosque

porque no sé si ese bosque tiene un camino
y no sé ser valiente sin ti
sin una mano que me acompañe
de lo claro a lo oscuro y viceversa.

Acompáñame amiga en mi trayecto
de febril chismorreo y apriétame a ti
en nuestro laboratorio del ying y el yang.
Sé mi compañera de viaje
hasta que uno de los dos se canse
de andar el camino y seamos parte
del bosque inerte vivo y salvaje
en el espíritu de los hombres.                   

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