jueves, 26 de julio de 2012

SERÉ BREVE (poema mal-intencionado)


Seré breve:

hoy he muerto
sojuzgado por (la) belleza
de un poema
que jamás se escribió.
No, no estoy vivo…
déjense de limbos
me arden las lágrimas
mi sonrisa no levanta
el tren de tu amor.
Estoy enterrado
bajo frases entrecortadas

mi epitafio está oculto
bajo flores de vainilla.
Mi herencia es un viento
que hiela los pómulos.

Acordaos de regar de paz
la tumba fría de esta sopa
que se inscribirá
en cielos en venta…

Ya que no soy breve
quiero que enrojezca
mi cuerpo
de fuego
en antologías
de poetas adolescentes
(aquellos que todavía creen
que el romanticismo
nació con Shakespeare
y casi dice su última
con Auschvitz-Bierkenau…)

¡Qué belleza!, ¿no?
Hay un buitre que lleva
cual ramillete
un mensaje para el César
de tu melodía de cantautor.
Esto es lo que nunca se escribió
y muere en tus manos
como un mono que aúlla
mientras le acuchilla
cada palabra.

Que no miren los niños
y las mujeres no lloren
y los hombres no besen
tan sólo por decir algo,
por derrochar carroña
en la boca del psiquiatra.
Que mueras tú también
ahogado en antipsicóticos
mientras vuela
una generosa gaviota
un amable camarada
te abraza porque sí
-es cuestión de verse-
que todos terminen:
unos con el abrazo del vómito
y otros con el contacto
del cuerpo caliente del otro.

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