domingo, 18 de noviembre de 2012

CAPITAL MONOPOLISTA INTERNACIONAL (Y NACIONAL)




De modo aproximativo:

Fuera bromas, cuando hablamos de negocio, al menos de Capital Internacional, el mismo que intenta subyugar las Fuerzas de los Trabajadores (esto no es una lucha del bien contra el mal,  ¡aquí no se va a apoderar de nosotros ninguna fuerza diabólica, ni Dios ese ser compasivo con barba vendrá en nuestra ayuda! Son cosas mucho más materiales…); cuando hablamos de negocio a ese nivel, y de esos “hombres de negocios”, propietarios de materias primas, industrias y servicios… ¡parece que últimamente también capital especulativo (a partir de 1971 y en franco crecimiento desde mediados de los 80)! Estos señores dominan de facto el mundo, y si no pueden dominar nuestras mentes, si ese dominio no es absoluto en el sentido en que X países intentan construir el socialismo –una alternativa a este capitalismo monopólico, agresivo hasta el extremo del exterminio, exacerbando lo que Lenin y otros bolcheviques señalaban en torno a la Primera Guerra Mundial-… ¡¿tendremos que dar las gracias?! Yo no sé, de verdad no sé que gracias podemos dar.

Aquí se va intentar dar una explicación muy simple de como el Capital Monopolista, que en sí mismo necesita la política como fuente –podrida- de creación de consenso, de sus estructuras estatales –que también pueden considerarse otro negocio, con un cariz diferente-, compite entre sí de la forma “más pacífica posible”, para evitar que esos 4 ó 5 países sean más. No es TODAVÍA una cuestión, para ellos, para todos los que están visible o sensiblemente condicionados por su megalómana forma de vida (en qué medida “las clases medias”, si es que existe tal cosa, se deciden a luchar junto a las fuerzas más conscientes y proletarizadas, no depende tanto de su carácter, que es indeciso o depende de favores o convivencia con esas “otras clases más humildes”, sino, tristemente: en la velocidad con que sus “privilegios” serán arrebatados en una polarización aún mayor…); no es una cuestión de supervivencia como clase sino de asegurar, sino una “Tasa Creciente de Ganancias” (que en algún momento se haya podido dar), sino en seguir sacando beneficios sea como sea. Qué otro sentido tendría cualquier nación inmersa en el Capital, y su protección estatal, de todo tipo. Pero sí es el momento de plantearse dos cuestiones muy básicas: la creación de poder obrero y popular, y la cuestión de la sostenibilidad del ecosistema planetario.

Tendencia a la concentración, o la concentración de facto (los monopolios concretos: internacionales y nacionales)

Cuando decimos que el negocio más lucrativo es el sexo, y aunque debamos separar algunas prácticas horribles de otras que, pese a ser incompresibles de un modo humanista, por lo menos “mantienen unos derechos”, no podemos separar esto último: la prostitución de un tipo o de otro, de aquellos productos que en cada cultura ritualizan monetariamente también las instituciones matrimoniales, hasta el extremo de mercantilizar la institución del matrimonio (en la que yo ni creo ni dejo de creer), sin entrar a juzgar “la belleza de tal”, o “ciertas costumbres”… con respecto a esto simplemente decir que hay toda una industria para hacer novedosas las prácticas sexuales, “se cuida” “el sexo”, con camas cada vez más “modernas”, lunas de miel paradisíacas, las vestimentas, los regalos, el anillo, la tajada que sacan algunas Iglesias (y otras cofradías); mientras que los preservativos, mucho más necesarios en un plano práctico, son artículos de lujo en África/Asia y en muchos países su acceso para el púber (o adolescente) es complicada; así como otros métodos anticonceptivos. Todo esto que aparentemente está desunido, y que tiene no pocos puntos de encuentro: el recurso del Sex-shop, del marido cansado, los stripers de la despedida de soltera de la futura novia, pese a no constituir un monopolio compacto a nivel internacional, si existen numerosas redes de prostitución; existe la industria porno, como catalizador de frustraciones, vehículo de placer y exhibicionismos horribles (todo ello paradójico, sí); y los propietarios de prostíbulos se niegan a que las mujeres que trabajan para ellos (porque a veces no tiene otro nombre…), “se independicen” y mucho menos se organicen.
Las armas, que sí son un monopolio (el comercio, en plan “red compleja”, donde más de 26 países, todos ellos imperialistas o esbirros del imperialismo, están implicados en fabricación de alta tecnología… o bien colaboran (2 ó 3 países, que más absurdamente si cabe…). ¿Lo más claro de detectar?: desde hace poco más de diez años, por parte de los USA, que hacen servir esos “pseudo-productos” de destrucción en Israel-Palestina y otros países árabes, que hasta ha llegado a negociar (intentarlo) con la Rusia posterior a la Unión Soviética un rearme para ficcionar otra Guerra Fría… se trataba de una nueva excusa para que misiles, tanques y otros vehículos, bazocas, rifles y toda esa maquinaria de guerra se pusiera de nuevo sobre el tapete lucrativo del comercio global: ya tienen una excusa: el terrorismo… ¡y si pueden sacar tajada de alguna materia prima, en el país invadido, ellos piensan “¡mejor!”. Las guerras en tierras árabes les vienen “al dedillo” (a la alianza USA-Israel, mientras la Unión Europea intenta sacar alguna tajada) pues pueden hacerse con el petróleo, establecerse en lugares estratégicos (por el comercio de esas otras materias primas…), que dominarán con “aspecto democrático”, para no tener una oposición mundial similar a la de Vietnam. Existe también la cuestión de la paz allí donde estalla una guerra civil o existe una guerrilla armada (cuando el pueblo armado a dado un puntapié a los intereses de la oligarquía se trata de una cuestión totalmente distinta), en la primera una inmoralidad de tal calibre en que nos podemos encontrar con que diferentes potencias imperialistas financian a alguno de los bandos como ha ocurrido en diversas zonas de África; y en el segundo caso, el ejemplo claro de Colombia, en que su gobierno oligárquico ha planteado la invasión de las zonas guerrilleras (especialmente las de las FARC-EP), ayudados por los USA. Si no lo ha llevado a cabo ha sido en parte por la oposición y/o falta de apoyo de amplios sectores de la población colombiana.

Tráfico de drogas (ilegales) y comercio de drogas (legales): el 62 % de aquellos que “extraen riquezas” por consumo de drogas, más o menos masivo, más o menos permitido (“mirar hacia otro lado”), están ligados a las legales e ilegales; mientras un 13% lo hace exclusivamente con las legales; y ya se pueden imaginar: el 25% restante se encarga únicamente de las ilegales. En un equilibro porcentual que rebasa los 15 años, por lo que hay que deducir, exceptuando pequeños camellos, toda esta gente se reparte el mercado, salvo excepciones en que recurren a vendettas y otras “formas de hacer”, de la mafia. Se puede decir que no es exactamente lo mismo extraer la planta no elaborada (cuando no se trata de drogas sintéticas hiper-elaboradas), que controlar el mercado a raíz de esa extracción que se demanda de diversos modos, esto es: como aliciente (café, tabaco), alteración de la conciencia (drogas blandas: cannabis, algunos hongos; drogas duras: cocaína, anfetas, heroína, éxtasis). Se demanda para destruir movimientos sociales, para “el enganche” de por sí, y esto es muy particular puesto que se hace de algunas drogas algo como el agua, algo totalmente necesario en nuestra vida cotidiana, que, dependiendo de la “dureza” de tal droga, de su uso y de la conciencia con que se consume, permitirá o impedirá que el comerciante se haga en la práctica con el mercado. Si se encuentra con impedimentos, ampliará sus redes. Sobre si la cuestión es prohibir o ser más permisivos con las drogas, no es exactamente el tema aquí tratado, pero desde el punto de vista de la economía mundial (81% de bebidas [de entre ese 81 %, el 82 % de este café, 17 % de bebidas alcohólicas y no llega a un 1% en cuanto al mate y el té ]12 % de opiáceos, 6% de cocaína [lo cual es grave si tenemos en cuenta que casi es un “artículo de lujo”] 1% de cannabis [puesto que la mayoría de cannabis son autocultivos], y otras sustancias que entre todas no llegan al 1%), si entendemos que aquí lo grave es ese 18 % nada desdeñable de drogas que más que construir, destruyen a la persona, sobre todo con su abuso, pero a veces simplemente por un “uso esporádico”, y que el hecho de que el precio del café suba nos fastidia a todos… ¿no debiéramos tomar medidas de control y reparto de unas mínimas sustancias, llevando cuidado con aquellas que…? Me he planteado un verdadero “dilema”, y es el de introducir ciertos fármacos en este pequeño párrafo, no sólo por su “trapicheo”, sino porque además suelen ser verdaderas drogas, incluso, en algunos casos fármacos que ayudan a dormir y que, incluso, no tienen por qué estar clasificados dentro de los medicamentos “contra el insomnio”, pues eso: multitud de anti-psicóticos, anti-depresivos y ansiolíticos, principalmente. Pero esto, más que un criterio económico, sería un tema de “Salud” Mental, que, no es en sí mismo un negocio muy grande a nivel internacional (tomado en el sentido de las Clínicas privadas y “de descanso”), pese a que en la práctica proteja, ampare –quiero decir, los servicios sanitarios especializados en atención a “enfermos mentales”- o no sepa distanciarse de la Industria Farmacéutica, que será tratada... ¡qué ironía!

El petróleo y sus derivados diesel y otras gasolinas, sobre todo combustible de los países “llamados desarrollados”, pero, ¡¿qué otro criterio se utiliza en la práctica, cuando hablamos de un país desarrollado, que la posibilidad de que cada familia, todo lo obrera que se quiera, tenga al menos un coche a su disposición?!, otra cosa es el desarrollo ligado a la no dependencia o a otros factores económicos de gasto social: como la lucha contra el analfabetismo, la sanidad y educación básica asegurada ¡y! el derecho a la vivienda, MÁS que sobre el papel, en la realidad… teniendo en cuenta estas 3 formas básicas de hablar, nos podemos encontrar con países desarrollados o en vías de serlo, países que van encaminados en la otra dirección: a eliminar los derechos sociales, a una mayor dependencia o al otro factor (si se quiere más secundario o coyuntural, aunque no lo parezca) y es que “todo ciudadano” disfrute de vehículo para el goce y traslado a su puesto de trabajo. En este último aspecto, el de la utilización del petróleo como combustible tan necesario en algunos países desarrollados, pese a que no haya buen transporte, por problemas geográficos (que en realidad padecen aquellos a quienes se arrebató la tierra injustamente… ¡a menos que directamente no haya camino transitable o este sea penoso! Oh, pobres turistas transportados en burro, ¡no te digo! J), por falta de gasto social o simple falta de creatividad (y pese a que los derechos sociales vayan en detrimento y se dependa de otros países para intercambio de algunas mercancías básicas… la situación puede ser muy “curiosa” cuando efectivamente se acepta que un derecho social, pese a no existir legislación al respecto, es considerado como algo de rigor: como ocurre con el tema del vehículo, o condiciona una economía nacional/estatal, hasta hacerla dependiente de países a los que subyuga, sino con guerras de agresión, con un comercio injusto). La solución pasa por la búsqueda de alternativas en el transporte y la utilización (¿y diversificación?) de combustibles. Todo esto viene a cuento porque parece ser sin petróleo no hay desarrollo, y nos lo meten en las cabecitas de tal modo que no sabemos apreciar el, de “algún modo”, precio real del combustible, no en su sentido monetario -¡que siempre tenderá a subir! (de hecho, solo se ha detenido el precio, en las gasolineras, me refiero 2 veces en 20 años, mientras la subida ha sido constante en cuestión de meses), a menos que surja una nueva coyuntura internacional, en cuanto al precio del petróleo, que invierta la situación: es decir, que aquellos países que produzcan tal tengan el suficiente margen como para decidir sobre éste, sin el criterio del beneficio. Parece ser que, si guerra y petróleo están unidos y, como parece ser el Capital Monopolista Internacional, ha tomado conciencia de que en breve, el petróleo escaseará, aprovecharán la fuente energética hidráulica –aunque parece ser que, energéticamente, la eólica es más productiva al tiempo que lucrativa, incluso que las Centrales Eléctricas y de Gas, también que las centrales nucleares; todas ellas logran un dividendo nada desdeñable y también tienden a monopolizarse en pocas manos-, y se harán con el agua que cumpla unas mínimas cualidades para destinarlas al campo o venderlas a la manera que sea (uso doméstico y agua mineral, secundariamente). Parece de ciencia-ficción, pero el negocio del agua, pese a ser en torno a un 13% de todo lo hidráulico, y a su vez lo hidráulico no superar más del 21% de la cuota de mercado energética –aquí se establecen tendencias monopólicas relacionadas con la propiedad efectiva de las materias primas y su elaboración en tanto mercancías, sobre todo). Parece ser el futuro del mercado internacional (¿¡se menciona algo del “agua” en Wall Street?!, hay veces que ni siquiera mencionan la palabra “hidráulica”, y la asimilan a otras fuerzas energéticas ¡motoras!) Ya me dirán si no hay suficiente agua en el planeta como para que cada uno tengamos en torno a litro y medio al día para poder beber. Y si además no podríamos entre todos dejar de derrocharla (porque en algunos momentos lo hacen de tal modo que derrochamos aunque no queramos), para que toda persona se pueda duchar ¡una vez al día!, ya que en muchos ríos no se puede, por diversas razones, y no precisamente el exhibicionismo… ¡qué gente!). En fin, ese 21 % de “lo hidráulico” es tal, si se considerara también la madera y el carbón como fuentes energéticas, y un 42 % si se excluye la madera y el carbón y se toman por separado, puesto que la madera también se utiliza para hacer muebles, construcción y tallas, así como el carbón para la preparación de alimentos (lo cual en este aspecto específico llega a concentrar un 5 % de la utilización de este carburante… ). Entendemos que el uso de carbón para chimeneas particulares es un uso energético. Ya ven que se pueden utilizar varios criterios y que la atención a cualquier Bolsa (Wall Street, Berlín, Tokio… no acaba de ser fiable, ¡aún al contrario!, es un indicativo, pero poco más: ¿¡para que saquemos las acciones o las ampliemos!?, en un juego en que, si te “mueves” demasiado, acabas arruinado, y si “no te mueves” ¡es absurdo!, de todas formas…).


Aceptación social del problema

Quiero aclarar una cosa, y quizás me quede un tanto corto, cuando aquí se habla de negocios, es a escala mundial, y, en las condiciones actuales, tendentes al monopolio si es que no lo son ya en tantos y tantos territorios… ¿hay negocios compartidos? Sí, pero en qué medida. ¿Hay competencia? Si, pero en qué medida. ¿Cómo resuelven estos grandes jeques capitalistas esos conflictos "no tan a nivel mundial"? Si un país imperialista le hace sombra a otro (que no es el caso de Israel con respecto a los USA, pero sí de la actual China (que pudiera ejercer un pequeño papel nada benigno con respecto a Japón -matizando, disculpen-, solo que Japón se mantiene en una dependencia de los USA, que a éstos (estos propietarios de los medios de producción de Japón, que son sobre todo autóctonos) no gusta nada; si de verdad, como trato de decir, se produce un conflicto imperialista aunque no sea en un enfrentamiento directo, si no que se resuelve en mesas de negociación (la Unión Europea es experta en pactar con los USA, así que si fuera consecuente, no sería crítica con Israel ó el Sionismo y aceptaría según convenga tal o cual cosa que se plantee desde Washington con respecto a Japón y China: esto es, dando una imagen de equilibrio en la enemistad imperialista entre estos dos, aún cuando no sea esta la "forma correcta de hablar", por mi parte), pero tenemos que todos estos imperios o potencias imperialistas, más la posibilidad, por supuesto nada benigna, aún cuando debamos tener ciertas sospechas... y Rusia que simplemente ha adaptado sus necesidades a las de sus nuevos capitalistas y a las del mercado internacional… no tienen más que reunirse en los Foros de Davos (para pulir su imagen) o en el FMI, la OMC, principalmente, mientras tratan de que posibles burguesías autóctonas se adapten a sus necesidades y tener bien claro que la opción de la soberanía (22 países aproximadamente que van desde Angola hasta Nepal), y la del socialismo, aún menos es/son viables: ¡para eso está la OTAN! (es lamentable)
¿Se trata de un mundo “extrañamente” polarizado, o no? Si las fuerzas revolucionarias ligadas al comunismo y diversos sindicalismos (entre ellos el anarcosindicalismo, pero siempre, en todo caso “de clase”, democráticos y combativos, yo hago incapié en esto último), los Frentes de Masas (Mujeres-Feminismo, Asambleas Barriales, etc.), los Comités, así como el crecimiento cuantitativo y cualitativo del Internacionalismo, que pasa por lo anterior en cada territorio, y por la configuración de organizaciones internacionales para estos, así como el Anti-imperialismo, de carácter pacifista (consecuentemente pacifista... a veces esto es difícil de ver, y también en cada territorio...), contra la Globalización de ESTE capital actual… si todas estas fuerzas no tienen lugar, no aprenden de cada aspecto de lo que de cotidiano tiene el Capital Monopolista…, ¿cómo podremos derribar por fin las injusticias? Entonces la consigna del Ché se hace más necesaria que nunca: CREAR UNO, DOS, TRES VIETNAM… ¡LOS QUE HAGA FALTA!... y que nadie asocie de una manera mecánica la lucha del país de Ho Chi Min...

Nos encontramos a partir de aquí ante lo que podríamos llamar 2º nivel en la conquista de monopolios (esto es: a partir de la competencia y pactos, sobre la legislación existente…) y que se caracteriza, además de “ocupar” una cuota de mercado que ha fluctuado (desde hace casi 40 años) entre el 63 % del total hasta un 25 % actual (con un 43 % a la caída del muro de Berlín/desmembramiento de la Unión Soviética).

Deberíamos empezar por señalar que El  Capital, así dicho no cumple la legalidad internacional.

Se entenderá entonces, en cuanto a datos macroeconómicos, que lo que podríamos llamar 1er nivel es terriblemente acaparado –por utilizar un “sinónimo”-  en un 69-70%, frente al 3er nivel, en cuanto a productos “del campo” se refiere (ganadería, agricultura, crianza –sobretodo caballos, destinados a la venta y carreras-, apicultura, pastoreo) un 6-5 %, como cabe deducir.

Es curioso comprobar que este 2º nivel se compone de dos sub-niveles: en primer lugar –y su importancia es parecida en este caso- los azucares y productos azucarados, las sales (incluyendo las que se utilizan para conservar y cocinar alimentos), la Banca (de crédito y especulativa, las Finanzas), piedras preciosas (especialmente la esmeralda, el rubí y el diamante), la industria del cine y otros espectáculos, la industria musical (de distintos formatos y de promoción); y en segundo lugar: la industria farmacéutica, bebidas isotónicas (concentradas en la “antigua” American Fruit Company), Construcción-Turismo-Abaratamiento especulativo de la vivienda -algo tremendamente paradógico, en la expresión...-, el oro (como forma de intercambio, almacenamiento de moneda-capital y venta/compra a pequeña escala), altas tecnologías (ligadas a la informática, los videojuegos, la robótica), la política (ligada a la burocracia y orquestación de campañas electorales), los hipermercados y otros centros comerciales (de las grandes ciudades, sobretodo…), la prensa (estrechamente ligada a la política de consenso y des-información y, si se quiere: propaganda burguesa -entrecomillada o no-), las Fundaciones y falsas ONG´s, la Industria Metalúrgica, Telefonía, Gas Butano (que si se quiere se puede separar un tanto de otras energías y del “control sobre el gas de calefacción”, puesto que este último comienza a ser, desde hace aprox. 6 años, mayormente eléctrico), el cobre para fundición, usos diversos, e hilos conductores...), almacenes y transportes privados/concertados, la educación privada/concertada (no sólo por las tasas universitarias, aunque siga siendo la principal fuente de ingresos, seguida de los masters, introducción de las empresas en los centros educativos, las becas excesivas –¡no en número!-, así como lo ligado a libros y fotocopias; productos farmacéuticos –entre los cuales hay algunos medicamentos- que "escapan" a la Gran Industria Farmacéutica (la Bayer, principalmente, aunque su cuota de mercado en pocos años, 25 aprox, haya caído de un 78 % a un 42 % actual, lo que no le impide ser hegemónica…), que son -si se sabe entender- sobre todo productos de higiene personal, nutrición del bebé, preservativos y algunos métodos anticonceptivos (puede sonar a “chorrada”, pero en lo que toca a preservativos, los sex-shop, venden ahora casi lo mismo que las farmacias: 58% frente a 42%, en este caso, puede tener una causalidad no económica, si nos referimos a que simplemente hay personas que recurren a uno u otro sitio y no se trata en este punto tan concreto del reparto del mercado, aunque uno tenga sus dudas…); las Loterías y sorteos... desde otro punto de vista -siento no ser claro- servicios sanitarios y, a partir de ahí, como ya se ha señalado, productos del campo que, entre todos consiguen una tasa de mercado, de Capital Invertido -¿hace falta aclarar que si el Capital no se acumula y crece, entra en crisis –más o menos profunda- y que, en concreto, esta crisis que vivimos, a nivel internacional es de superproducción: no pueden vender todo lo que producimos, despiden a miles de trabajadores cada día, para solucionar la falta de beneficios crecientes –para la mayoría de capitalistas ES un peligro no sólo no obtener beneficios sino no aumentarlos, por sus propias leyes de “competitividad”-. ¿Y al nivel estatal/nacional?
Es decir, el caso de España: con la crisis de la construcción y un tanto del turismo. Pero eso es sólo la punta del iceberg y puede que siquiera esto, puesto que “nuestro” país... ¡nuestro país!, a nivel macroeconómico –con todo lo que implica para la vida diaria de los trabajadores- se ha cargado casi toda la industria metalúrgica previamente a “la” crisis, ha abaratado el despido con el objetivo de que los beneficios se disparen: sólo unos pocos comités de empresa han podido resistir al avance del capitalismo de Felipe González, Aznar, Zapatero y Rajoy; el capitalismo de nuestras tierras ha intentado “acoplarse” a las exigencias de la Unión Europea (Berlín, París), en detrimento de nuestra soberanía y metiéndonos en conflictos inmorales Y absurdos… ¡y cuando nos han “atacado” Repsol, en Venezuela y más televisivamente en Bolivia! porque ellos SÍ reclamaban su soberanía, nosotros hemos reaccionado con el orgullo patrio, ¿es que esta crisis depende del precio del carburante?… tomen nota porque no es exactamente una cuestión, como parecen pensar los jeques nuestros tan españoles, de carburante… ¡siempre hablando de economía! Al revés: no sólo nos dan una lección –¿de soberanía?- si no que, además, se nos invita a que tomemos los transportes públicos, bicis o simplemente a patita… ¡si es que Repsol y 2 o 3 compañías! no pueden suministrar a cada coche SIN que el precio aumente esa barbaridad! Pues eso, que, de todas formas, quien no pueda coger el coche porque el asunto está muy encarecido, más bien debiera mirar a Repsol & company, si es que no quiere señalar a otros países que condicionan el precio del litro de esto y aquello. ¿Y después? La Telefonía, seguida de la Banca y, aquí sí: lo que se ha dado en llamar “burbuja inmobiliaria”, que parece explotar realmente hace poco –por los deshaucios-... ¿en qué momento podremos ser ecologistas de conciencia, en nuestro día a día, cuidar las ciudades, proteger nuestros habitats?


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